Fluye como un río, Tu misericordia eterna, Fluye por toda mi alma, limpia mi sentir. Purifica mi vivir, enséñame a vivir en tu presencia.
Así es el amor, río que renueva mi alma.
Así es el amor, más fuerte que la propia muerte, así es el amor, no se cansa y
nunca desfallece.
Un río regocija, recrea la ciudad de
Dios, purifica las moradas del Señor. Déjate llevar, por las aguas de este río,
es un río de alabanza en Su presencia.