Bendita María, Señora de los cielos, hoy me consagro a tu corazón. Bendita María, Reina de los cielos, eres dulce Madre, más bella que el sol.
Y
¿Cómo podría no amarte? si eres el centro de mi corazón, si eres Tú la Estrella,
que me lleva a Jesús (Bis).
Bendita María,
Puerta de los cielos, llévame Madre, aunque sea pecador. Pues eres consuelo de
los que te invocan, guíame Madre, enséñanos tu “Sí”.